El misterioso caso de Styles es una novela de Agatha Christie, publicada en 1920, que marca la primera aparición de su famoso detective Hercule Poirot. La trama se centra en el asesinato de Emily Inglethorp, una rica heredera que muere envenenada en su mansión de Styles Court. El caso es investigado por el Capitán Hastings, quien, mientras se recupera de la guerra, se encuentra en la casa de unos amigos y se asocia con Poirot para resolver el crimen. A través de su aguda observación y su lógica deductiva, Poirot comienza a descubrir pistas que apuntan a varios sospechosos, incluyendo a los familiares y sirvientes de la víctima. La novela se desarrolla con un ritmo tenso y una serie de giros inesperados, mientras Poirot desentraña una compleja red de mentiras y secretos. El misterioso caso de Styles es clave en la carrera de Christie, ya que establece las características que definirán al detective Poirot: su inteligencia, su meticulosidad y su capacidad para resolver crímenes aparentemente irresolubles. Esta obra marcó el comienzo de una exitosa serie de novelas protagonizadas por Poirot y consolidó a Agatha Christie como la "Reina del crimen".